Vos queres matarnos a todos, sin la h dejariamos de ser nosotros para convertirnos en otra cosa, mejor o peor no sé pero otra cosa si.
De sacarnos la h se siguen un chorro de cosas, sacarnos la z y la b o v, una de las dos tiene que caer, la y también sobra. Y las tildes, ¿qué hacemos con las tildes? Se puede sobrevivir sin ellas perfectamente.
Las pocas veces que confundieramos una tilde por no entender el contexto se compensaría con los cientos de veces que nos ahorrariamos en mirar si solo lleva tilde o no lleva tilde.
Dejando a un lado el lado el daño emocional de dejar a morir a la persona que fuimos, hecha de haches y tildes, que no deja de ser una forma de ego, nos quedaría saber qué es lo que ganamos en realidad con la simplicación.
¿Y si la complejización fuera un logro en si misma? ¿Y si complejizando nuestra lengua estuvieramos desarrollando nuestras capacidades cognitivas?
Si eso fuera así necesitariamos inventarnos unas cuantas reglas ortográficas al pedo solo por joder, por hacersela dificil a nuestros nenes en la escuela, y obligarles a pasarse la vida consultando RAEs.
Nos odiarian de chiquitos, pero luego al crecer defenderian todas esas normas al pedo como a su misma vida.
No sé, deje volar las tontunerias que me llegaron a la cabeza. Me es interesante eso de las normas ortograficas y la simplificación o no del idioma.
Por ejemplo, ¿deberiamos dejar que una IA nos diseñase un idioma y unas reglas ortográficas lo más sencillas posibles para comunicarnos? ¿o perderiamos algo importante con la simplificación? algo inmaterial que nos anima y nos diferencia de una IA.
No tengo ni idea, pero tu propuesta me abre puertas a preguntas. Muchas gracias por alistarte a mi news, y siento si mi forma de comunicarme te es excesiva, si me lees ya verás que me comunico de una manera medio excesiva ¿lo siento?
Sin duda dejaríamos de ser nosotros para convertirnos en otra cosa (mejor o pero, yo tampoco lo sé). Al español le sobra la hache (y de paso la b y la v), pero a los hispanohablantes, al parecer, no. Necesitaríamos muchos años de terapía colectiva para dejarla ir (si quisiéramos), eso es lo que me parece encantador de esa extraña relación. Las explicaciones funcionales sobre la ortografía (que si hay ambigüedad, que el sentido...) son infinitas, pero poco hablamos de nuestra relación emocional.
Por otro lado, por la necesidad de "inventarnos unas cuantas reglas ortográficas al pedo solo por joder" no te preocupes, que ya la RAE se ha ocupado en demasía. Los puntos y el espacio de a. m. y p. m. y la ignorada cantaleta para escríbamos "ja, ja, ja" con comas y espacio lo demuestran. Del desarrollo de nuestras capacidades cognitivas se encarga (o lo intenta) la gramática: la explicación de la presencia o ausencia de las comas que diferencian las causales de la enunciación de las causales del enunciado (las que van o no antes del "porque") es un gran ejemplo (no hay forma de leer el apartado de la NGLE sin pregúntarse ¿quién carajos escribió esto? ¡Alguien que le pague a ese pobre una suscripción a Netflix!).
Gracias por leerme y por tu comentario. Solo no me tomes nunca demasiado en serio (yo también me comunico de una manera no tan medio excesiva). La semana entrante vamos lanza en ristre contra el verbo haber.
Vos queres matarnos a todos, sin la h dejariamos de ser nosotros para convertirnos en otra cosa, mejor o peor no sé pero otra cosa si.
De sacarnos la h se siguen un chorro de cosas, sacarnos la z y la b o v, una de las dos tiene que caer, la y también sobra. Y las tildes, ¿qué hacemos con las tildes? Se puede sobrevivir sin ellas perfectamente.
Las pocas veces que confundieramos una tilde por no entender el contexto se compensaría con los cientos de veces que nos ahorrariamos en mirar si solo lleva tilde o no lleva tilde.
Dejando a un lado el lado el daño emocional de dejar a morir a la persona que fuimos, hecha de haches y tildes, que no deja de ser una forma de ego, nos quedaría saber qué es lo que ganamos en realidad con la simplicación.
¿Y si la complejización fuera un logro en si misma? ¿Y si complejizando nuestra lengua estuvieramos desarrollando nuestras capacidades cognitivas?
Si eso fuera así necesitariamos inventarnos unas cuantas reglas ortográficas al pedo solo por joder, por hacersela dificil a nuestros nenes en la escuela, y obligarles a pasarse la vida consultando RAEs.
Nos odiarian de chiquitos, pero luego al crecer defenderian todas esas normas al pedo como a su misma vida.
No sé, deje volar las tontunerias que me llegaron a la cabeza. Me es interesante eso de las normas ortograficas y la simplificación o no del idioma.
Por ejemplo, ¿deberiamos dejar que una IA nos diseñase un idioma y unas reglas ortográficas lo más sencillas posibles para comunicarnos? ¿o perderiamos algo importante con la simplificación? algo inmaterial que nos anima y nos diferencia de una IA.
No tengo ni idea, pero tu propuesta me abre puertas a preguntas. Muchas gracias por alistarte a mi news, y siento si mi forma de comunicarme te es excesiva, si me lees ya verás que me comunico de una manera medio excesiva ¿lo siento?
Sin duda dejaríamos de ser nosotros para convertirnos en otra cosa (mejor o pero, yo tampoco lo sé). Al español le sobra la hache (y de paso la b y la v), pero a los hispanohablantes, al parecer, no. Necesitaríamos muchos años de terapía colectiva para dejarla ir (si quisiéramos), eso es lo que me parece encantador de esa extraña relación. Las explicaciones funcionales sobre la ortografía (que si hay ambigüedad, que el sentido...) son infinitas, pero poco hablamos de nuestra relación emocional.
Por otro lado, por la necesidad de "inventarnos unas cuantas reglas ortográficas al pedo solo por joder" no te preocupes, que ya la RAE se ha ocupado en demasía. Los puntos y el espacio de a. m. y p. m. y la ignorada cantaleta para escríbamos "ja, ja, ja" con comas y espacio lo demuestran. Del desarrollo de nuestras capacidades cognitivas se encarga (o lo intenta) la gramática: la explicación de la presencia o ausencia de las comas que diferencian las causales de la enunciación de las causales del enunciado (las que van o no antes del "porque") es un gran ejemplo (no hay forma de leer el apartado de la NGLE sin pregúntarse ¿quién carajos escribió esto? ¡Alguien que le pague a ese pobre una suscripción a Netflix!).
Gracias por leerme y por tu comentario. Solo no me tomes nunca demasiado en serio (yo también me comunico de una manera no tan medio excesiva). La semana entrante vamos lanza en ristre contra el verbo haber.
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